¿Para cuando un socialismo?

Carta al lector del "Diarimés", del día 4 de Diciembre del 2008, a nombre de J.M.S. de Reus.

Al no pedirle directamente su consentimiento ni al autor ni al diario, me reservo el nombre, tras las iniciales; pero lo transmito al ser un periódico gratuito y anunciando su procedencia.

Hemos llegado a un tiempo totalmente fuera de si. Antes, cuando había un naufragio, se salvaban primero los mas débiles al grito de «las mujeres y los niños primero» y se dejaban para último lugar los más fuertes y con más recursos. Pero ahora, que hay un culto al capitalismo, las prioridades han cambiado totalmente.

Resulta que la ayuda va dirigida sobretodo a las empresas más fuertes y bancos. Con el pretexto que cuando se salven ellos nos salvaran a los más pobres i débiles náufrago, a los que están quedando al paro gracias a unos ERE muy bestias por parte de éstas grandes empresas y por parte de los gobiernos, tanto el central como el autonómico, por el miedo de la mala prensa que puede acarrear unas consecuencias negativas de cara al electorado, acuden en su ayuda para hacerlas más fuertes y poder salvarnos de la miseria a la que estamos llegando. Pero queda por ver si los mas fuerte una vez se han salvado, estarán dispuestos a arriesgar «su» capital para salvarnos a los que estamos a punto de ahogarnos; o si cuando decidan hacerlo, la mayoría de nosotros, la gente mayor, los parados, inmigrantes con sueldos de mierda, los que no son mileuristas, a personas que han estado trabajando toda la vida y cuando han llegado a una edad que ya no encontraran trabajo y no ven un futuro de cara a mañana y quedan con nada, ¿dónde encontraran los medios para vivir si no pueden pagar la hipoteca o el alquiler? Los padres de familia con hijos con unos gastos que no pueden alcanzar y un gran etcétera, ya estaremos flotando panza arriba sobre el agua. Da una sensación un poco extraña e incomprensible. Han estado disfrutando de unas ganancias muy suculentas, y además pregonadas a bombo y platillo por todas las emisoras de radio y televisión, la prensa y al gobierno de hacerles tanto la pelota descaradamente. Pero los verdaderos culpables los han retirado, o se han retirado con unas indemnizaciones de escandalo. Se tendría que refundar el socialismo de una vez por todas.